He recibido respuesta del Centro Studi Nicolò Rusca casi de inmediato, confirmándome que de los Comolli registrados en su base de datos de bautismos, ninguno es Vincenzo. Además de facilitarme un enlace para la consulta del Dizionario Biografico degli Italiani, en donde aparece el detalle de un par de familias con idéntico apellido, hacen hincapié en que a pesar de que la zona en donde han vivido mis antepasados perteneció durante una época administrativamente a Como, a nivel eclesiástico, siempre ha estado bajo la jurisdicción de la Diócesis de Milán.
Dado que hace 6 meses ya envié a esta Diócesis una solicitud que a día de hoy sigue sin respuesta, lo he vuelto a intentar en la misma dirección y con otro correo electrónico. No obstante (viendo la buena disposición que tienen los párrocos de las Comunas), tomo la decisión de empezar a buscarle en las parroquias adyacentes, por lo que envío mi primera solicitud a la parroquia de Castiglione Olona, distante a 2.5 Km de Venegono.
Dicen de la paciencia que es una ciencia y hasta una virtud, sin embargo, después de preparar y enviar una solicitud (dependiendo de la buena voluntad de otro y éste a su vez, de lo que pueda disponer), vuelves a experimentar esa sensación de vacuidad… que la paciencia no comprende.
Sigo navegando por la red y me aboco a la búsqueda de los míos en los registros de inmigración: en una base de datos con las Entradas de Pasajeros a Argentina del Siglo XIX, en la base de datos del Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (CEMLA), en un listado de pasajeros de los barcos de Agnelli, que arribaron a Buenos Aires entre 1882 y 1920 y en una Base de Datos sobre los italianos emigrados a EE. UU., Argentina y Brasil, que atesora cerca de un millón de los nombres de aquellos italianos llegados a Buenos Aires, entre 1882 y 1920.
Efectúo la búsqueda y “resucito” a 18 "Comolli", de los que ninguno es mi bisabuelo. Pruebo con una “l” por si hubiese algún error ortográfico y me devuelve otros 7… en donde tampoco está Vincenzo, sin embargo, revisando en los listados por años, encuentro el siguiente registro, que pienso que puede tratarse de mi bisabuelo:
Prosigo con la búsqueda y escribo “Malnati” intentando reencontrarme con Regina, pero como tampoco hay fortuna, me recreo con los 26 nombres que me devuelve la lista… hasta que descubro a Gaetano (el que presumo que es su hermano):
Nombre | Edad | Estado Civil | Profesión | Religión | Nacionalidad | Barco | Procedencia | Datos de arribo | Nacido en |
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COMALLI, VINCENZO
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23
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S
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AGRICULTOR
|
CATOLICA
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ITALIANA
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POITOU
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NAPOLES
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02/09/1882 - BUENOS AIRES
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DESCONOCIDO
|
Prosigo con la búsqueda y escribo “Malnati” intentando reencontrarme con Regina, pero como tampoco hay fortuna, me recreo con los 26 nombres que me devuelve la lista… hasta que descubro a Gaetano (el que presumo que es su hermano):
Me sorprende que estuviese casado, por lo que intento localizar a su esposa -sin éxito-, cuando casi por casualidad, tropiezo con una ficha que me llama poderosamente la atención, porque pertenece a un niño de dos años con su apellido, que le acompañó en la travesía.
Quizás sea una coincidencia y ahora no quiero dispersarme, así es que decido ahondar en la historia de Italia y Argentina, porque este tipo de lecturas, además de situarte en la realidad que vivieron nuestros antepasados, suelen darte ideas para encaminar las búsquedas. Estaba en Italia con Napoleón y leo que en 1806 dispuso la creación de los Registros Civiles, que el primer censo de Italia data de 1861... y como esto de estar dividida es lo que tiene, me pregunto desde cuándo estará instituido en Argentina.
Un poco por curiosidad y otro poco por el sabor de haberlo vivido (tenía 20 años cuando me tocó participar como agente censal en Buenos Aires), consulto el realizado en Argentina que data de 1895, microfilmado y accesible on-line.
Y para mi sorpresa, me reencuentro con todos...